River y una derrota que marcó el fin de ciclo de muchos :: Olé

Si el ciclo de Marcelo Gallardo como en Riverno está cumplido es porque él mismo se ganó en la última década una espalda única para un entrenador en un club argentino. Ahora bien, la campaña que está haciendo su equipo sí es la de un fin de ciclo, especialmente para muchos jugadores que ya no parecen tener retorno. Después de la derrota con Bocaque le agregó unas cuantas toneladas más a la mochila del CARP y entonces también más velocidad a la caída abismal que ya pasó los límites imaginables para este plantel.

Hoy realmente es bastante más fácil pensar en los futbolistas que merecen quedarse en 2026 que en los que ya demostraron no estar a la altura de la camiseta: Armani, Montiel, Martínez Quarta, Rivero, Acuña, Salas, Quintero, los pibes y alguno más. El resto, la inmensa mayoría, no dio la talla, aunque hay algunos casos cuyos futuros sí se ven sentenciados ya sea por la coyuntura contractual o por el hartazgo después de demasiadas malas actuaciones en partidos importantes.

Por empezar, y sin contar a un Federico Gattoni que ya no es tenido en cuenta desde hace meses pero se quedó a cobrar su contrato hasta que finalice en diciembre su préstamo desde el Sevilla, hay otros protagonistas que quedarán sin vínculo desde el 31/12 y que dejarán Núñez. El emblema de ese grupo es Enzo Pérez: al borde de cumplir 40 años (el 22 de febrero), el capitán ya no es tenido en cuenta por Gallardo: desde aquel fatídico partido de ida con Palmeiras no volvió a ser titular y desde la vuelta en San Pablo, en la que ingresó forzosamente por la baja de Portillo y terminó con un corte en la rodilla, no volvió a sumar minutos oficiales. En medio de semejante crisis, y con Castaño y Portillo en un nivel bajísimo, que el líder del vestuario no participe ni siquiera ingresando desde el banco es todo un indicador para la visión del Muñeco, que pareció replicar con el 24 lo que Cappa le hizo a él en su despedida trunca con la Banda en el Monumental.

A Enzo lo seguirán otros dos héroes de Madrid que hace rato no tienen lugar como Gonzalo Martínez y Milton Casco, cuyos contratos también expiran a fin de año: el Pity nunca completó 90 minutos desde su vuelta, hace demasiado tiempo que no es confiable físicamente y más allá de una presencia casi testimonial en el banco el domingo no juega desde agosto, mientras que MC a sus 37 años ya entró hace rato en un lógico declive de rendimiento por el que, incluso, Gallardo últimamente hasta consideró poner a Rivero de lateral izquierdo ante la baja de Acuña. Tal vez con Vélez, con el Huevo suspendido, sea su última vez con la Banda.

Lo mismo pinta que ocurrirá con Nacho Fernández: el zurdo era el único de los jugadores a los que se les vence el vínculo que estaba en evaluación por parte del cuerpo técnico en las últimas semanas, pero -irregular durante todo el año- la decisión de MG de dejarlo en el banco durante todo el superclásico también sonó elocuente pensando en su futuro.

Miguel Ángel Borja es el otro de los integrantes del staff profesional que tiene relación contractual hasta diciembre y cuyo ciclo ya está a todas luces terminado: aunque el colombiano haya dicho en agosto que “está todo dado para que la historia continúe”, su nivel decreciente, su desaparición en acción cada vez que el equipo lo necesitó y el quiebre irreparable en la relación con los hinchas ya no permite un análisis de continuidad.

Aunque haya firmado hasta fines de 2027, la situación de Paulo Díaz es la misma que la de Borja: el chileno, que aparece quijotesco en la foto de casi todas las eliminaciones de River en los últimos años, terminó por desperdiciar su última chance con un superclásico de terror, en el que no sólo fue responsable del 0-1 sino también el gran facilitador para que Boca estuviera cerca de una goleada en el segundo tiempo. Silbado desde hace tiempo como MAB en el Monumental, en su caso la lógica es que el club busque una venta. Algo que también podría hacer con Sebastián Boselli: repescado de Estudiantes, el uruguayo no justificó el voto de confianza de Gallardo cuando le tocó jugar y ya ni siquiera es parte de los concentrados…

El otro futbolista que es probable que busque una salida, por nivel y por falta de oportunidades, es Fabricio Bustos: el lateral no había tenido un mal semestre, pero la falta de continuidad y de confianza lo mostraron en un bajo nivel cada vez que reemplazó a Montiel últimamente. Que MG haya elegido a un Cachete que llegaba muy disminuido físicamente en su lugar el domingo es otro indicador importante que puede pesar para él en el próximo mercado.